❌ "Los estados y los bancos acabarán con Bitcoin"
O sobre cómo las instituciones NO permitirán que Bitcoin triunfe...
Un hombre se acercó a Mozart y le preguntó cómo escribir una sinfonía…
Mozart respondió: "Eres demasiado joven para escribir una sinfonía".
El hombre dijo: “Tú escribías sinfonías cuando tenías 10 años y yo tengo 21”.
Mozart respondió: "Sí, pero no iba por ahí preguntando a la gente cómo hacerlo".
Esta anécdota de Mozart es muy acertada para demostrarnos que el grandísimo porcentaje de las personas no hace su propia investigación (DYOR).
En Bitcoin pasa con casi todas las aristas y siempre hay un “ya pero…” después de cada solución.
Por algún motivo, la gente piensa que sus “peros” o mejor llamado objeciones solo se les han ocurrido a ellos, como si hubieran tenido una iluminación esporádica única y genuina.
Creen que no hay solución para ese supuesto problema que tienen en mente sin haber investigado o dedicado un tiempo considerable a la cuestión y que la idea que acaban de tener hace a Bitcoin frágil.
Lo maravilloso de Bitcoin es que está rodeado de personas brillantes y realmente inteligentes que dedican muchísimas horas a la reflexión, el análisis y la investigación profunda en todo tipo de campos anexos.
Esto sin contar por supuesto el trabajo previo a su lanzamiento (por parte de Satoshi y las fuentes utilizadas) y posteriormente la de revisión y mejora de todo tipo de detalles para engranar esta increíble creación.
Cuanto más profundizas, más comprendes que ya hay alguien antes que tú que se ha hecho la misma pregunta o que tenía el mismo “pero” y ha encontrado la solución.
Siempre que tengo una conversación sobre Bitcoin con algún neófito, con inversores tradicionales, empresarios de la vieja escuela o simplemente con escépticos, llega un punto de la conversación en el que salen frasecitas como…
“Ya ya, pero los gobiernos no van a permitir que bitcoin triunfe, porque no les conviene”.
“Llegará un momento en el que los estados lo prohiban y morirá”.
“Al final lo pararán…”
Entiendo porque lo piensan, y oye, en cierto modo tienen razón, ya que TODAS las criptomonedas excepto Bitcoin se pueden bloquear, parar o censurar.
Básicamente porque tienen un CEO, o una empresa, fundación u organismo que controla esta criptomoneda y por lo tanto son propensos de llevar a juicio, encarcelar o lo que sea necesario para acabar con ello.
Pero no es el caso de Bitcoin, esa es una de las partes más increíbles de este protocolo, que no se puede parar. Es verdaderamente revolucionario.
Aún así, todo el mundo asume que el Estado puede parar Bitcoin, y es cierto que un gobierno duro podría hacerle la vida imposible a sus ciudadanos, pero nunca podrían detener el sistema como tal.
Pueden poner restricciones a los usuarios o las empresas relacionadas, pero nunca contra el sistema o el protocolo de Bitcoin. Y eso no es acabar con Bitcoin.
Algunos países como China por ejemplo lleva haciendo prohibiciones desde hace más de 10 años sin mucho resultado aparente…
Pero como puedes en el gráfico, en 2021 se puso más duro específicamente con los mineros.
Hasta el momento China había sido líder en este ámbito con un máximo del 75,53% de la minería total de Bitcoin en el mundo en septiembre de 2019 según Cambridge University: Cambridge Bitcoin Electricity Consumption Index (CBECI), por sus acuerdos extraordinarios para tener bajos costes eléctricos.
Después de esta prohibición los mineros que tuvieron que migrar toda la infraestructura a otros lugares. La gran parte se fue a EEUU, más concretamente a Texas.
En cualquier otra industria este hito habría causado estragos monumentales, con consecuencias gravísimas, incluso irreparables. Por ello, toda la comunidad Bitcoin tenía serías dudas sobre las repercusiones en la seguridad del sistema durante la migración.
Pero todo se hizo en un tiempo récord y los usuarios ni se percataron de tal hecho. La mayoría de gente nunca se enteró de este suceso, ni le perjudicó en absoluto.
El hashrate de la red bajo por un tiempo y después se superó con creces, mejorando incluso la seguridad posterior a la prohibición. Un dato que refuerza la resiliencia y la antifragilidad de Bitcoin.
Con esto quiero argumentar la evidencia de que es posible molestar a las empresas y usuarios relacionados con Bitcoin, pero no acabar con Bitcoin.
Además, como has visto en una de las imágenes anteriores, China prohibió los exchanges (casas de cambio) en numerosas ocasiones para evitar la compra-venta de este activo, pero esto solo ha provocado un pequeño impedimento al acceso reduciendo así su disponibilidad (reduce la oferta) y esto inevitablemente lo hace más caro (sube su valor-precio).
Un buen ejemplo de esto es el caso de Nigeria, cuando en Enero 2023 la inaccesibilidad a un activo tan limitado provocó una "prima" del 60% sobre el precio de mercado actual de Bitcoin. Es decir, los nigerianos que tuvieran bitcoin veían aumentar sus ahorros en un 60% por la escasez y la falta de acceso a un activo tan demandado.
Ésta no fue la primera vez que el precio de Bitcoin se dispara en Nigeria. En febrero de 2021, el banco central prohibió a las instituciones financieras reguladas prestar servicios a los exchanges de criptomonedas locales lo que disparó la prima de BTC hasta el 36%.
Quiero poner otro ejemplo sobre la ineficiencia de la prohibición de Bitcoin que suele utilizar
(Adolfo Contreras) aunque me gustaría que no se malinterprete…Adolfo dice que es una comparación fea pero es una prohibición muy similar a la que los estados hacen contra las drogas. Ya que los estados destinan miles de millones para acabar con las drogas y aún así, no lo consiguen.
Cito a Adolfo
de un podcast en vivo (con algunas excepciones para su mejor comprensión):Imaginemos las dificultades que los países han tenido para acabar con las drogas, y lo único que han conseguido es bajar la pureza de lo que se consume (esto afecta más a los consumidores) y aumentar el mercado negro con todos los problemas de delincuencia paralelos que esto supone.
Con Bitcoin no estamos hablando de vigilar y controlar cargamentos sino de controlar bits, datos en el ciberespacio o incluso un “secreto” memorizado.
El coste de controlar algo así es desorbitado, incalculable y sin sentido.
Además de esto, una cosa es lo que un estado pueda hacer puntualmente contra las empresas o los propietarios de bitcoin y otra cosa es lo sostenible que puede ser tomar medidas de este estilo en el tiempo.Ya que las personas pueden convertir la tenencia de este activo en un secreto (memorizando las claves privadas), ¿cómo haces posible controlar el secreto de tus ciudadanos?
Por lo tanto, Bitcoin es inconfiscable e incensurable. Nadie lo puede parar.
– Adolfo Contreras, 2022
Para reforzar aún más si cabe esta argumento y terminar aquí (de momento), voy a nombrar otros dos casos conocidos en los que se utilizó Bitcoin para ofuscar el bloqueo del estado.
El caso de los camioneros en Canada: El Estado congeló cuentas bancarias a los manifestantes pero pudieron seguir utilizando Bitcoin.
El caso de Julian Assange (WikiLeaks): Perseguido y bloqueado por EEUU durante años pero no pudieron bloquear los pagos y donaciones en bitcoin.
Me he dejado algunas cuestiones sin poner sobre la mesa pero se está alargando demasiado. Si te ha gustado házmelo saber y profundizaré más en el tema en otra ocasión.
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